“Cuando Toni me pidió matrimonio, lo primero fue decirle que sí :), y lo segundo decidir cómo, cuándo y dónde.
Siempre habíamos pensado una boda pequeña, en un principio sólo iban a estar presentes nuestros padres y hermanos, pero cuando realmente llega el momento, quieres tener cerca a tu gente importante, por lo que al final fuimos 60!
Había otro handicap, y es que no queríamos que fuese en un sitio típico de bodas, pero no sabíamos donde ni como… Ahí, como por arte de magia, aparecieron Huis Clos y una antigua bodega, que estaba muy cerquita de dónde vivíamos, y lo vimos claro, era nuestro sitio! Tuvimos la gran suerte de que ellos tenían un fin de semana libre a cuatro meses vista, y nosotros no queríamos alargar demasiado la fecha de la boda; así que, los planetas se alinearon, y pudimos organizarlo todo en un tiempo récord!
Alentados por Lorena y Rafa (Huis Clos), decidimos no decir dónde se iba a celebrar la boda, ya que el sitio era inusual y así nos acompañaría el factor sorpresa. Hemos de confesar que nos costó mucho no contar nada, sufrimos muchas presiones 🙂 Pero mereció totalmente la pena al verle la cara a la gente cuando entraron en la nave, estaba realmente ESPECTACULAR!!
Lo que vino después lo podéis ver en el magnífico post de Graciela, a la que sólo podemos darle las gracias por tratarnos con tanto cariño y por captar en sus fotos la emoción de nuestro día B!”
Alba.
Organización y Decoración: Huis Clos Interiorismo | Vestido: Atelier Pronovias Peluqueria: Silvia Gallego Estilistas | Video: Fede Oliver